miércoles, marzo 10, 2010

contacto

Fue en ese momento de máxima desesperación, que él ahogado en un mar de angustias, recibe una llamada telefónica anónima de una mujer, que en una circunstancia similar, decide tomar el teléfono y marcar aleatoriamente. Varias horas pasaron al teléfono, nunca se dijeron sus nombres, direcciones. Una tarde de verano, ahogado el entre un mar de gente, no logra percatarse de que ella está a unos cuantos metros de distancia, el conoce perfectamente la voz de ella, la memorizó desde aquella llamada telefónica, ella, en ese océano de ruidos aleatorios, no dice una sóla palabra. No logran hacer contacto. Toman caminos separados.

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