miércoles, marzo 10, 2010

Mi niño

Él corre todas las mañanas de sabado en los viveros de coyoacán. Atraviesa la calle de Ohio, pasa específicamente por esa calle, con la ilusión de poder verlo. Intenta ver una sonrisa detrás de ese rostro. Incluso se angustia cuando no logra verlo, aunque él sabe que sólo lo logra ver por unos segundos. Visualiza una vida juntos. Una vida donde él lo pueda llenar de cariños, de felicidad, de paseos, llenarle sus ojos de mundo. Alguien muy querido le hace ver que nunca podrán estar juntos, que no tiene esperanzas, que los seres vivos no son posesión de nadie. Él sólo quiere ver su negro pelo al llegar a casa, su gran lengua rosada jugando en su cara. Sus ladridos. Él quiere seguir con la ilusión de que algún día ese niño hermoso será su amigo y correran juntos una mañana de sabado en los viveros de coyoacán.

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