miércoles, marzo 10, 2010

blog

La encontró en un blog. Se enamoró de los textos que escribía. Él quería poner un rostro a esas letras. Buscó por toda la red algo que vinculara a la bloggera con una persona del mundo real. Accedió a información de ella. La tenía entre sus seguidos de twitter, se suscribió a su RSS, obtuvo sus fotos de Facebook y del extinto Hi5. Desesperado por contactarla, recurrió a sus amigos, ellos le hicieron caer en la realidad. Se obsesionó con ella. La contactó. Se ganó su confianza. Ella no se interesó por él. Él luchó por agradarle a ella, entenderla, conocer sus gustos. Ella simplemente no estaba interesada, lo llamó 'stalker'.

1 comentario:

  1. Me suena familiar la historia, sólo que esa vez yo fui el no interesado.

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