lunes, abril 05, 2010

something about us

Sé con certeza que la fecha fue el 31 de octubre de 2007. Lo sé por que guardo como 'souvenir' el 'stub' del boleto de aquel mítico concierto. No pasa una sola vez en que escuche alguna de las canciones de ese concierto o de la banda francesa, que aquella música no me logre transportar a esa noche fría y lluviosa. Como si hubiese sido ayer, recuerdo la pirámide, al misterioso dueto enfundados en sus cascos brillosos con pantallas de leds emitiendo información que desde mi perspectiva no se lograba entender lo que decían. Pero no fue la música, no fueron los sonidos, no fue la emoción de la primera visita lo que recuerdo con más cariño. Es el aroma de su cabello por tenerla abrazada de la cintura, lo fuerte que ella me tenía abrazado a mí, la hilarante risa, las frases inconclusas por el alto volúmen y por la cantidad de cervezas que habíamos bebido, lo mucho que habíamos deseado asistir, la poca historia que compartíamos del grupo. La época en la que Daft Punk estuvo de moda yo no estaba ni cerca de conocerla, pero si algo me había quedado claro de aquellos días en los que escuchaba una y otra vez el Discovery, de las miles de veces que ví el inovador video y coreografía de "Around the World"; era que cuando ese grupo llegara a México, yo tendría que ir al lado de alguien especial, de alguien que compartiera este mismo gusto, esta misma historia. Lo cierto de esta historia es que no importa que ella y yo ya no estemos juntos. Lo que nunca me detuve a preguntarle es si ella tenía este mismo deseo: el de compartir a Daft Punk con alguien mas.

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